CASOS DE VAMPIRISMO
¿El Conde Drácula existió?
Realmente, el Conde Drácula existió, no
es una fantasía del cine, fue verdad.
Era un alcalde de la Rusia aquella de
los zares.
Ese hombre era un relámpago; AZOTABA a
la pobre mujer todos los días.
Así como sabía que tenía que desayunar,
también sabía que tenía que AZOTARLA.
LATIGAZOS………
Bueno, lo curioso del caso fue que
murió el Conde Drácula; su cuerpo lo llevaron al panteón, por allá en el
antiguo San Petersburgo, que más tarde se llamó Stalingrado, y después de
muerto venía otra vez a la casa, A AZOTAR a la pobre mujer -le daba LATIGAZOS
terriblemente-.
Ella fue y se confesó con el señor
"cura" y toda la cosa...
Entonces los "curas" -los
Obispos, los Arzobispos-, con crucifijos y multitud de cosas, se fueron a un
puente, porque sabían que el Conde Drácula cada vez que venía del panteón
pasaba por ese puente...
Pues sí; a la media noche vieron el
carruaje del Conde Drácula; ellos se situaron en el centro del puente, valerosamente,
pero el carruaje los arrolló, los tiró de lado y lado...
Bueno, ¿qué sucedió? Voy a decirles
-¡cuidado no caiga una de ustedes en estado de "trance" y me toca
trabajar ahí, "hasta nueva orden"! Permanezcan en estado de alerta-.
Resulta que, viendo que era imposible
acabar con el Conde Drácula, los "curas" se fueron al panteón, o
cementerio, como dicen ustedes por allá, en Venezuela, y luego sacaron la caja.
Dentro de la caja encontraron el cuerpo
del Conde Drácula completamente conservado, y la caja estaba llena de sangre
-se alimentaba con la sangre de la pobre gente; de noche salía para alimentarse
con la sangre humana-.
Los pies estaban llenos de lodo y
acusaban perfectamente que él de noche andaba por todas partes.
Los "curas" consultaron bien
los textos de Magia, antiguos "Grimorios", y le clavaron una estaca
en el corazón.
El cadáver aquél se "fijó",
el problema quedó definitivamente cancelado.
De ese hecho, pues, se han filmado las
películas; todas las películas que hay sobre el Conde Drácula, vienen de ese
hecho histórico, que fue histórico de verdad.
OTRO CASO MÁS GRAVE DE VAMPIRISMO………
Otro caso más grave, en cuestión de
"vampirismos", le sucedió a un discípulo de APOLONIO DE TYANA.
El discípulo aquél dijo que "se
iba a casar", que "ya tenía novia".
Invitó a su Maestro para ir a la
fiesta, a la boda, y ciertamente, aquel lugar resplandecía lleno de luz y
poesía; las vajillas de aquel gran comedor eran todas de oro y de plata; el
pórfido y el jacinto se veían por doquiera; los criados iban y venían, atentos,
sirviendo a los señores y a las señoras...
Y entonces el discípulo de Apolonio
dijo a su Maestro: "Maestro, te he invitado a esta fiesta porque me voy a
casar; esta fiesta es, precisamente, para el desposorio.
Te voy a presentar a mi prometida
dentro de unos instantes.
Es una mujer fenicia, muy rica.
Tú sabes, Maestro, que yo soy un hombre
muy pobre, yo no tendría para obtener todas esas vajillas de oro y de plata, y
tantas riquezas, pero ella sí porque es muy rica y viene de Fenicia"...
Y se la presentó al Maestro.
El Maestro se quedó mirándola y dijo:
"Esta no es una mujer, esta es una vampiresa.
Murió hace muchos años y vive de la
sangre humana, y todo esto que tú estás viendo, todo este comedor, todas estas
riquezas, son pura cristalización mental, formas de la mente, y voy a
demostrártelo"...
En momentos en que habló así, delante
de ella, la mujer se quedó mirándolo -una mujer de extraordinaria belleza,
vestida con una riqueza fastuosa- y ordena a los criados que retiren a ese
hombre.
El Maestro da un paso atrás y agarra un
vaso y dice: "Esto no es sino una forma de la mente".
Se concentra en esa forma y la vuelve
polvo; se concentra en la mesa y la vuelve polvo; se concentra en los criados y
desaparecen como por encanto.
Cuando la mujer vio todo eso, se lanzó
a los pies de Apolonio de Tyana y le dijo:
"Maestro, ten piedad; yo no te lo
niego, yo soy una vampiresa, lo que sucede es que yo estaba engordando a este
hombre para después almorzármelo".
El Maestro se concentró en esa mujer y
no le quedó, a la pobre vampiresa, más remedio que meterse en la cuarta
vertical y desaparecer.
Y al fin, de aquella casa tan fastuosa,
de aquel rico palacio de tanta riqueza en orfebrería, de púrpura, y de seda, y
de oro, y de diamantes, no quedó nada.
Aquel no era sino un lugar pedregoso,
lleno de estiércol.
Viendo tan semejantes maravillas, no le
quedó más remedio, al discípulo de Apolonio, que lanzarse a los pies de su
Maestro para darle las gracias; se salvó como por encanto, se lo iban a
"almorzar".
¡Vean ustedes ese tipo de vampiresas!
samael aun weor
No hay comentarios:
Publicar un comentario